Jugar en la Nitro es probablemente uno de los gestos más políticos de nuestra generación. Al menos, inconscientemente hablando. Hablo con conocimiento de causa, pero también lo aclaro: hablo de jugar –como se juega de cría, sin reglas, convencionalismos o permiso alguno– en los terrenos de la Sociedad Ibérica del Nitrógeno, posteriormente nombrada Nitratos Asturianos (Nitrastur) y renombrada por nos como la Nitro. De un gesto, porque este jugar solo se entiende desde la categoría de una caricia forzada a las superficies ásperas, duras, frías, lejanas, de otro tiempo. Jugar en la Nitro, xugar na Nitro, es modesto, espontáneo, natural. Es generacional porque la Nitro era el punto de encuentro, entre todos, entre nosotros, entre lo que fue esto (el trabayu) y lo que estaba siendo por entonces (el xuegu). Como quienes jugábamos allí, en la Nitro, Lía lo sabe: habitar el espacio en ruina es político en tanto que la ruina del paisaje es también una ruina social.
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Mancase na Nitro (véase Sociedá Ibérica del Nitróxenu) es un doble texto, escrito en asturiano y castellano, que acompaña el catálogo de la exposición El paisaje del resto de la artista Lía Esteban Celorio, celebrada en la Pinacoteca Eduardo Úrculo en diciembre de 2023.