Hay en nuestros alrededores multitud de estructuras huérfanas abocadas al exilio funcional. Fantasmas, encarnan una suerte de recursos ineficientes y son a menudo tomadas como escombros, volátiles, lejanos a la perennidad de la ruina clásica. La consideración de la ruina contemporánea difiere de aquella con la que los románticos evocaban las legendarias civilizaciones pasadas y sus cívicas gestas.

La ruina industrial se torna bisagra entre un analógico siglo xx y un digital siglo xxi. La aceleración histórica contemporánea, consecuencia de la superacumulación de hitos visuales, dificulta el estudio del pasado cercano. Ejemplo de ello es la pérdida de significación de los objetos pretéritos inmediatos que, como la realidad posindustrial, son a la par próximos y desconocidos, animados y exánimes. Vivimos así en un presente eterno, tiempo-ahora, que derroca la idea fetichista del continuum histórico, fundamentada en la linealidad, homogénea e inasible, del progreso.

La ruina contemporánea se reinventa como naturaleza muerta, esclarecedora del colapso del tiempo. Aquellas estructuras solitarias, aún no ‘actualizadas’ por las prácticas conservadoras, rehabilitadoras o museográficas, permanecen ajenas a nuestro tiempo poshistórico. El relato ha de reavivarlas, en esta coyuntura, siendo recogedor del mensaje apocalíptico: la ruina del proyecto moderno, funcional y positivista, el cual ha llegado a su fin.

Este trabajo toma el paisaje posindustrial de las cuencas hulleras asturianas y sus fuentes documentales para ilustrar las posibilidades de la ruina industrial como objeto crítico de estudio. Por un lado, se enfatiza en las posibilidades teóricas que ofrece el debate en torno a la ruina como significante (imagotipo), no descontextualizado, de una comunidad posindustrial. Por otro, se reivindica la actitud ético-estética del flâneur como propuesta performativa y reactivadora del espacio.

La ósmosis entre cuerpo, naturaleza, humanización y fuerza productiva en el marco del paisaje sirve como giro copernicano para posibilitar nuevas vías de estudio en la descodificación del paisaje cultural posindustrial y sus axiomas, como los conceptos de paisaje cultural, tiempo histórico, lugar, desmemoria o identidad.